Foto: Carlos Lino Vital. Algo falla cuando 900 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso mientras 1.000 millones sufren desnutrición. Hay que adoptar hábitos alimentarios más razonables y debe hacerse cuanto antes. Con esta finalidad, la cooperativa cacereña de consumidores y usuarios ACTYVA, sin ánimo de lucro, ha iniciado una gira por distintas asociaciones y centros de trabajo que guardan relación con la alimentación, especialmente del ramo de la educación y la sanidad, para promover una 'Alianza proalimentación saludable con compromiso social y ambiental' . "En este objetivo los colegios constituyen un foco fundamental, porque los niños de hoy serán los responsables del consumo de mañana", explica Gonzalo Palomo, veterinario y presidente de ACTYVA. Desde noviembre se han realizado charlas y talleres de elaboración de pan y pasta fresca en los colegios Nuestra Señora de la Montaña, Prácticas, Castra Caecilia y Dulce Chacón, así como en otros centros de la región como el CEIP Ciudad de Mérida o el Instituto Río Alagón de Coria, además de centros de salud y hospitales. Durante estos encuentros, los miembros de ACTYVA transmiten la necesidad de cambiar los hábitos y ofrecen pautas. Mientras los padres se conciencian de la conveniencia de una alimentación más sana, los niños se divierten de lo lindo en los talleres amasando pan o cortando pasta. LA CESTA, A CASA Además, ACTIVA no es una cooperativa cualquiera, sino la primera que abastece a la capital cacereña y su entorno de alimentos ecológicos procedentes de tierras o lugares de producción próximos a la capital cacereña o ubicados en ella (lechugas de Villar del Rey, pan horneado en Malpartida, cerezas del Jerte, patatas blancas de Arroyo...). Entrega a domicilio estos productos, agrupados bajo la marca 'Cáceres para comérselo'. Es más, consumidores, agricultores y productores ponen las normas, deciden los criterios y eliminan los márgenes de la cadena de distribución. Con esta nueva campaña en centros educativos y sanitarios, ACTYVA quiere ir más allá y divulgar la buena alimentación, "porque sentimos la responsabilidad social de hacerlo", indica Gonzalo Palomo. La experiencia ya se ha llevado a cabo en Gran Bretaña mediante la campaña 'Food for life partnership' (Alianza de Alimentación para la Vida). Incluye una red de 5.000 centros educativos en los que se promocionan los hábitos de alimentación saludables entre los escolares. "Para su gestación ha sido fundamental la colaboración de sociedades científicas, organizaciones sociales y ecologistas", señala Gonzalo Palomo. La cooperativa cacereña ha tomado la misma iniciativa, estableciendo colaboraciones con las asociaciones de padres, los equipos directivos de colegios e institutos, y los centros sanitarios. MAS HUERTA EN LA MESA Los niños prefieren una rosca industrial a una manzana, y un bollo relleno de chocolate a una naranja. No puede convertirse en rutina, hay que cambiar las costumbres. "El mundo desarrollado camina hacia una dieta rica en calorías, basada en productos de origen animal y glúcidos refinados, por ello hay que promover una nutrición saludable con mayor presencia de legumbres y hortalizas", subraya el presidente, recordando que los buenos productos están muy cercanos al consumidor. "En la agricultura ecológica, el único ingrediente es el propio alimento", afirma. Los resultados comienzan a verse poco a poco. Tanto la campaña como el funcionamiento de la propia cooperativa han despertado interés en el resto de la provincia y ya se están organizando talleres con escolares, asociaciones de padres y madres y profesionales en otras localidades con vistas a extender el modelo a toda Extremadura.