x Lola Luceño Barrantes El Periódico Extremadura 01/03/2015. Foto: Gonzalo Palomo. Están en peligro de extinción, pero desde hace un tiempo pueden verse en la Montaña medio centenar de ovejas merinas negras. Se trata de un número significativo porque en toda España sólo están censadas unas tres mil. El rebaño es propiedad de José Luis Talavera y Gonzalo Palomo, quien a su vez preside ACTYVA, la primera cooperativa que abastece directamente a los consumidores de productos ecológicos procedentes de tierras o lugares de producción próximos a la capital cacereña o ubicados en ella, bajo la marca 'Cáceres para comérselo'. En este colectivo, consumidores, agricultores y productores ponen las normas y eliminan los márgenes. En su profundo respeto a la naturaleza, la recuperación de las tradicionales merinas tiene un papel importante. Están en peligro de extinción, pero desde hace un tiempo pueden verse en la Montaña medio centenar de ovejas merinas negras. Se trata de un número significativo porque en toda España sólo están censadas unas tres mil. El rebaño es propiedad de José Luis Talavera y Gonzalo Palomo, quien a su vez preside ACTYVA, la primera cooperativa que abastece directamente a los consumidores de productos ecológicos procedentes de tierras o lugares de producción próximos a la capital cacereña o ubicados en ella, bajo la marca 'Cáceres para comérselo'. En este colectivo, consumidores, agricultores y productores ponen las normas y eliminan los márgenes. En su profundo respeto a la naturaleza, la recuperación de las tradicionales merinas tiene un papel importante. Y es que este rebaño no solo proporciona carne o una de las mejores lanas, sino servicios ambientales para el mantenimiento del entorno. "Todo son ventajas", afirma Gonzalo Palomo. Ambos socios firman contratos de cesión con los dueños de las fincas de la Montaña (ya disponen de 25 hectáreas), y a cambio de poder utilizar sus terrenos para el rebaño se comprometen a acometer inversiones tales como la puesta a punto de los cerramientos o asegurar la llegada de agua. Pero la aportación más importante corre a cargo de las propias merinas negras. Además de realizar una función natural de desbroce y limpieza de pastos mientras se alimentan, "su presencia aumenta la materia orgánica del suelo ya que los excrementos cumplen una gran labor de estercolado y abono", precisa Gonzalo Palomo. También se mejora la calidad de los olivos, porque se les practica una poda que los rejuvenece a la vez que las ovejas se alimentan de esos restos que les aportan una buena suplementación en verano e invierno. "Todo ello a través de labores tradicionales como el pastoreo diario y el redileo, que hemos recuperado justo esta temporada, y que consiste en que las ovejas duerman cada ciertas noches en una parte distinta de la finca. La acumulación que generan de nitrógeno produce una mejora en la producción y el rendimiento de esa zona", indica el profesional. Entre las mayores ventajas destaca la prevención de incendios, ya que las merinas acaban con los pastos y reducen considerablemente el riesgo de fuego en una zona que suscita mucha preocupación, salpicada de casas y chalets. De hecho, está en proceso la constitución de una agrupación pionera en Extremadura para la prevención y extinción de incendios en la Sierra de la Mosca, formada por los titulares de los terrenos, las instituciones y BBB Farming, una plataforma on line para la promoción de la agroecología que también dirige Gonzalo Palomo, y que precisamente propone que se utilice el ganado como método de prevención, del mismo modo que se ha hecho tradicionalmente. En definitiva, "la idea es que cuando el rebaño salga de las fincas de la Montaña, éstas se encuentren mejor que cuando entraron las ovejas. En ese proceso se prestan una serie de servicios ambientales que benefician a todos", señala el ganadero. La elección de la merina negra, y no de otra especie, se debe a los pocos ejemplares que quedan en España. "Es curioso que la raza que siempre ha estado en el sur de la dehesa se encuentre ahora en peligro de extinción. Cuando llegaron los romanos a la Península, la merina negra fue la oveja que se encontraron en la mitad sur occidental", recuerda Gonzalo Palomo. Además, se trata de un animal rústico que reúne buenas condiciones para el aprovechamiento de los recursos naturales, no requiere muchos cuidados "y son preciosas", subraya. La oveja merina genera la lana "de mayor calidad del mundo", pero por circunstancias del mercado se ha desvalorizado. Su leche resulta básica en productos de alta calidad como la Torta del Casar o la Serena. "Actualmente su principal producción es el aprovechamiento de la carne (del cordero), pero en nuestro caso nos quedamos con todas las hembras a fin de aumentar el rebaño. El resto lo comercializamos a través de 'Cáceres para comérselo y grupos de consumo', explica el ganadero. Talleres de lana La lana también se utiliza para realizar talleres, en los que los socios de ACTYVA aprenden a aprovechar este recurso de cara a una producción artesana (fieltros, lana virgen...). Participan profesionales del sector textil, especialistas y aficionados. "El problema es que necesitamos mucha lana para que merezcan la pena todas las tareas de lavado y cardado. Estamos creando fórmulas con otros ganaderos del merino negro de Extremadura a fin de que el proceso y su comercialización resulten viables", explica. La mayor concentración de merina negra está en Extremadura, reúne 900 ejemplares en la Siberia y es propiedad de Miguel Cabello. La Facultad de Veterinaria también tiene un rebaño de pura raza en la granja dirigida por Enrique Pérez. "Se está recuperando poco a poco", subraya Gonzalo Palomo, que mantiene colaboración con la facultad en este sentido. Respecto al rebaño de la Montaña, el objetivo es que pueda generar una actividad sustentable para un puesto de trabajo de pastor a media jornada. Actualmente los dos socios le dedican todo el tiempo posible y los miembros de ACTYVA se ofrecen para su cuidado.